León Rigolleau firma un contrato con Cognac (Francia) con Claude Boucher, maestro vidriero, quien le cede con carácter exclusivo, el uso de las patentes sobre sus máquinas semi-automáticas, para Argentina, Uruguay y Paraguay. Un año más tarde, León Rigolleau decide retirarse definitivamente de los negocios, que quedarán en manos de su sobrino, Gastón Fourvel Rigolleau